Dejamos atrás Medellín y Bogotá y después del intento fallido de ayer al aterrizar en el aeropuerto de Pasto debido al viento, esta mañana a las 6 am. lo hemos vuelto a intentar. Bastantes turbulencias y gritos pero finalmente pudimos aterrizar en nuestro destino: Pasto.
Desde aquí tardamos dos horas en coche hasta Santiago del Putumayo, pasando por paisajes increíbles (la reserva de la Cocha) y por carretera o más bien caminos de arena destrozados por la lluvia y la humedad. También vemos los primeros militares armados.
José Ignacio y mi primera experiencia y sensación.
En este camino, mis emociones empezaron a florecer y alguna lágrima me saltó por sentirme afortunado, rodeado de tanta naturaleza y dirigiéndome a Valle de Sibundoy.
En este camino, mis emociones empezaron a florecer y alguna lágrima me saltó por sentirme afortunado, rodeado de tanta naturaleza y dirigiéndome a Valle de Sibundoy.
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| Parque natural de La Cocha |
Simpático cartel de camino a Santiago para ubicarnos en el entorno.
Hacía más de ocho años que no asistía a una misa y estar aquí rodeado de todas las personas de este maravilloso y querido pueblo, con sus sallos (ponchos), y sus características tan interesantes, sus colores... dándonos todos la bienvenida y recibiendo abrazos por todos los lados.... he tenido que hacer unos esfuerzos enormes por contener mis emociones delante de todos ellos, y esto es solo el comienzo ya que después de viajar durante cuatro días por fin nos asentamos durante las dos siguientes semanas en este maravilloso lugar.
P. Ángel y su experiencia
Por fin, hemos llegado a Santiago de Putumayo, una preciosa tierra que nos acoge con los brazos abiertos y que nos ofrece su cariño, su alegría, su compañía, su ilusión y paz. Desde el primer momento, he disfrutado con intensidad de las fiestas patronales de Santiago como de las confirmaciones que se celebran en la parroquia. Todo transcurrió en un clima festivo y familiar, al final, acabamos con una comida fraternal que nos ofreció el P. Justo en la casa parroquial y que fue subvencionada por el Ayuntamiento, como agradecimiento de la acción social que está realizando la Fundación Manyanet en el pueblo.
Eduard y su experiencia
Esta mañana nos hemos levantado temprano y finalmente hemos podido llegar a Pasto. El viaje hacia Santiago ha sido fantástico, pues los paisajes y los valles que cruzamos eran preciosos.
Al llegar a Santiago, la iglesia estaba abarrotada de gente y me ha impactado la calurosa bienvenida que nos han brindado. Todos querían saludarnos y nos invitaban a sus casas. Aunque la gente fuera humilde, todos tenían ganas de compartir con nosotros aquello que tenían e incluso nos invitaban a sus hogares.
Una vez finalizada la misa hemos hecho el almuerzo en casa del P. Justo junto con el alcalde y otras personas del pueblo y nos han obsequiado a cada uno de nosotros con un pequeño recuerdo de Santiago. Por la tarde partimos hacia el Santuario de "Las Lajas", donde hemos pasado la noche. Este es un lugar precioso y un centro de peregrinación para la gente del país.
Sin lugar a dudas, hoy ha sido un GRAN DIA.
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| Entrega de un detalle de bienvenida por parte del Sr. Alcalde de Santiago (Collar de Shakiras) |
P. Ángel y su experiencia
Por fin, hemos llegado a Santiago de Putumayo, una preciosa tierra que nos acoge con los brazos abiertos y que nos ofrece su cariño, su alegría, su compañía, su ilusión y paz. Desde el primer momento, he disfrutado con intensidad de las fiestas patronales de Santiago como de las confirmaciones que se celebran en la parroquia. Todo transcurrió en un clima festivo y familiar, al final, acabamos con una comida fraternal que nos ofreció el P. Justo en la casa parroquial y que fue subvencionada por el Ayuntamiento, como agradecimiento de la acción social que está realizando la Fundación Manyanet en el pueblo.
Que Dios nos siga bendiciendo con bellas vivencias,
que nos ayude a crecer y madurar como personas y cristianos.
Eduard y su experiencia
Esta mañana nos hemos levantado temprano y finalmente hemos podido llegar a Pasto. El viaje hacia Santiago ha sido fantástico, pues los paisajes y los valles que cruzamos eran preciosos.
Al llegar a Santiago, la iglesia estaba abarrotada de gente y me ha impactado la calurosa bienvenida que nos han brindado. Todos querían saludarnos y nos invitaban a sus casas. Aunque la gente fuera humilde, todos tenían ganas de compartir con nosotros aquello que tenían e incluso nos invitaban a sus hogares.
Sin lugar a dudas, hoy ha sido un GRAN DIA.
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